Aunque lo parezca, el día de San Valentín, el Día de los Enamorados, no fue creado por los centros comerciales como muchos piensan. Es cierto que se ha convertido en una celebración consumista, donde los enamorados se regalan ropa o libros, pero su origen es otro muy diferente.
La vida de San Valentín, que se celebra el 14 de febrero, está rodeada de gran misterio, sin embrago, se sabe que San Valentín fue un sacerdote cristiano que murió en el año 270 dC. Se dice que fue condenado a muerte por celebrar matrimonios cristianos en secreto. El Emperador del momento, Claudio II, había prohibido este tipo de matrimonios para evitar que los soldados, una vez casados, se negasen a participar en el ejército por no dejar a abandonadas a sus familias. Así pues, San Valentín murió en defensa del amor y el matrimonio.
El día de San Valentín es oficialmente el día de los Enamorados desde el año 1496 cuando el Papa Alejandro VI lo declaró. Desde ese momento San Valentín es protector de todos aquellos solteros en busca de su alma gemela. La festividad se dirige, desde entonces, a dar oportunidades a todos los jóvenes de encontrar su pareja en la vida. Hay muchas regiones en las que existía la costumbre de que hombres y mujeres jugaran al escondite. Por supuesto, eran los hombres quienes debían encontrar a las mujeres. Las parejas formadas de esta forma podían pasar de esa noche e incluso acabar en boda.
El origen pagano de la fiesta de San Valentín.
Durante la Edad Media muchas fiestas paganas eran sustituidas en el calendario cristiano por otras más religiosas. Así, poco a poco, se fueron eliminando del calendario fiestas paganas como las Lupercales. Era una fiesta vinculada a los orígenes de Roma, que se celebraba en torno al 14 de febrero, y que rendía culto a la fertilidad y la purificación. Se solía celebrar persiguiendo a las mujeres y golpeándolas suavemente con tiras de piel de cabra para ser más fértiles, y en caso de estar embarazadas, que el embarazo fuese bueno. La festividad de San Valentín vino a sustituirla en el calendario cristiano.
Sin embargo los símbolos que actualmente asociamos a esta festividad como Cupido, las flechas, los corazones y las flores, llegaron mucho más tarde, en torno a principios del siglo XX, sobreponiéndose a regalos anteriores como correas de piel de cabra.
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